Sin actividad deportiva, lo único que nos queda es revivir goles pasados. Acá, cuatro recuerdos de momentos históricos con de la Selección Argentina contados por los alumnos del taller de Periodismo Deportivo.
El gol del siglo
Por Joaquín Barros
El mejor gol de la historia, tal para cual, recibe el nombre de “El gol del siglo”. Un tanto hecho por Diego Armando Maradona, el número 10 de la Selección Argentina en el Mundial de México en 1986. Fue un anotación increíble en el Estadio Azteca contra la Selección de Inglaterra en cuartos de final de la copa. Una inolvidable jugada, el Diego eludiendo a todos los jugadores ingleses. Empezando desde la mitad de la cancha para terminar amagando al arquero inglés Shilton para darle el 2 a 1.
Arranca con un gran pase del “Negro” Enrique, da una media vuelta para sacarse las dos marcas. Desborda por la derecha arrastrando la pelota con la zurda pasando a 5 jugadores. Una jugada individual, pero todo gracias al pase y a Valdano y Burruchaga haciendo que los jugadores ingleses pensaran que la va a pasar y no entendieran qué locura iba a hacer. Yendo y viniendo, jugando con la pelota para liquidar a Inglaterra.
Para Diego y para toda la Argentina, Inglaterra era una rivalidad muy fuerte en el sentido emocional porque cuatro años atrás había finalizado la Guerra de Malvinas, un hecho histórico y muy trágico. Y a pesar de eso Maradona se puso el equipo y Argentina al hombro para encarar ese partido.
Los jugadores de Inglaterra ya venían algo confundidos porque minutos antes Maradona había metido otro de los más recordados goles de la historia, “La mano de Dios”, y a resultado de eso que los ingleses, que son bastante correctos, quedaron sorprendidos por la picardía del 10.
Este gol se describiría así. Marcado en tres cuartos de cancha, recibe la pelota de espaldas al arco. Retrocede, y en menos de un metro, se vuelve de manera explosiva. Avanza cabalgando, mientras con potentes zancadas evita la entrada de un segundo rival. En 8 o 16 pasos, que la secuencia de su trote no permite contabilizar con certeza, deja en el camino a tres oponentes más. Ya en el área, recostado sobre su derecha, define con sutileza y, cómo no, de zurda, al otro extremo del arco.
De la incógnita a la felicidad en pocos minutos
Tobias Grinberg
En un dia de sufrimiento, felicidad y agonía DI Maria hizo el gol, ese gol tan preciado que todos los Argentinos estaban esperando con ansias ya que el tiempo era nuestro mayor enemigo. Por fin el Fideo le dio la alegría a miles de miles de personas. En ese partido del Mundial 2014 se estaban jugando los octavos de final, a la Selección le tocaba Suiza, un rival muy fuerte, como demostró anteriormente en su fase de grupos, ya que el tiempo pasaba y pasaba y estos dos equipos seguían empatados. Era un día complicado, ya que no estaba claro quién iba a ser el victorioso. Además, la Selección estaba sufriendo más de lo que se esperaba, todo el mundo creía que el capitán Lionel Messi haga de esas típicas jugadas y le convierta un gol a suiza como se lo hizo a Irán en fase de grupos. Pero no se le daban las ocasiones, y todas las personas se comían las uñas, se agarraban la cabeza. Todo era una desesperación, ya que el tiempo corria y corria y esto seguía igualado.
En ese estadio de Corinthians de San Pablo, el partido seguía encallado. Ya estábamos en tiempo extra y faltaban pocos minutos para los penales, claramente la Selección y todo un país no quería penales sino pasar con algún gol hacia los cuartos de final, pero eso se veía muy complicado ya que faltaban 3 minutos para el pitazo final del árbitro, y en esa ocasión llegaban los penales. Pero los argentinos se levantaron de su silla al ver que, en una contra que arma Rodrigo Palacio, al robarle la pelota a Lichtsteiner (Suiza), se aviva y se la da al capitán para que vaya directo al gol. Y arranca a correr, y va la Pulga y va nomás. Se encara a uno y se lo saca de encima, la camiseta 10 claramente le pertenecía a él, y sigue. Ve que al lado tenía al Pipita Higuaín, pero también ve que esta el Fideo por atrás corriendo, sabe que si se la da a él puede terminar en gol. Entonces Lionel le da la pelota a Di María, Pipita se para, y el Fideo con su hermosa zurda le pega al arco, y la pelota va, y ahí va la redonda que todos querían que entrase entre los tres palos. El corazón se paraliza y ocurre lo más bello: en el minuto 118, el Fideo hizo un golazo. Gracias a esa contra y esa asistencia de la pulga y la bella pegada de DI Maria, Argentina logra clasificarse a los Cuartos de final agónicamente.
El mítico gol de Palermo
Román Ruggieri Ribas 2°A
Se jugaba Argentina vs Perú en el estadio Monumental, por las Eliminatorias para el Mundial del 2010 de Sudáfrica. La Selección iba ganando por el gol de Higuaín, quien había debutado en la selección. En el minuto 89 llegó el gol de visitante, que empató el partido, que significa que a Argentina no lo favoreció ya que lo dejaba afuera del mundial. La tribuna estaba nerviosa, mordiéndose las uñas, un clima lluvioso molestaba la visibilidad de los jugadores.. El tiempo pasaba, el corazón de la cancha temblaba en un clima de tensión. Diego Maradona, el entrenador en ese entonces, había puesto su carta: el Titán Martín Palermo en lugar de Enzo Pérez.
Minuto 92.
Centro de Insúa, cabecea Palermo pero no puede. La pelota le queda a Di Maria, luego mete un centro. Insúa le pega al arco pero no acierta. Rebota en el defensor, le queda a Palermo que le pegó un fierrazo.
Gol.
La hinchada local, el plantel saltando de emoción, Maradona que se tira de palomita al suelo con la cancha mojada. Pareciera un final de una película con el héroe Martín Palermo. Luego Argentina le ganará a Uruguay 1 a 0 para darle el pasaje a el Mundial Sudáfrica en el 2010. Tras este final dramático que ocurrió el 9 de octubre del 2010, Palermo definió aquel partido en una entrevista que le hizo tiempo después Infobae: “Fue una noche increíble”.
El gol más gritado que no fue
Franco Solari
Año 2014, Brasil, estadio Maracaná. Era un domingo a las 17 hs cuando Argentina y Alemania se enfrentaban por la Copa del Mundo, un ambiente único, digno de final. Una vez dado el pitido inicial y así el partido empezado, ambos países latían al ritmo de la pelota, se sentía en cada esquina de todo barrio argentino esa tensión y esperanza.
Minuto 29 de la primera mitad, Messi ve la oportunidad y le pasa la redonda a Lavezzi, este la domina y de un segundo para el otro se la da a él, al Pipa, goleador de la Selección, en frente del arco y con la pelota en pie, este dispara a la izquierda de Neuer, arquero alemán, y finalmente convierte el gol tan ansiado por todos.
Eufórico como cualquier otro argentino, Higuaín sale corriendo a festejar con los miles de argentinos presentes, y aquellos que no, en su casa alzaban la voz para gritar en compañía ¡GOL! Luego de segundos de locura y alegría, todo se oscurece: el banderín levantado indica el fuera de juego y el fin del sueño hecho realidad.
Al final del día, este sigue y seguirá siendo, el gol más gritado que no fue.
Años más tarde, el Pipa, dijo en una entrevista lo que se le pasó por la cabeza en ese entonces. Según sus palabras, consideró retirarse del fútbol profesional, fue por su esposa, la cual le ayudó en ese duro momento, que siguió y decidió no retirarse. Higuaín remató la entrevista diciendo que su gol más lindo fue tener una hija y una mujer.